Cuando Yeonghye, una mujer discreta, sencilla y normal, muy normal, decide dejar de comer carne, todo el mundo se lanza a preguntarle el por qué de la decisión de hacerse vegetariana. Su respuesta sorprende siempre a su interlocutor e irremediablemente le golpea con la fuerza de un martillo: «Tengo sueños».
En La vegetariana, escrita en 2007 por la coreana Han Kang, descubierta poco a poco en todo el mundo (hasta el punto de obtener en 2016 el prestigioso Man Booker International) y editada en España por :Rata_, se nos narra la inevitable pérdida de la razón de una mujer sencilla, complaciente, tal vez feliz, que en nada destaca, ni para bien, ni para mal, a pesar de los maltratos sufridos a manos de un padre recto e irascible.
Dividida en tres partes, vivimos el camino completo que Yeonghye recorre huyendo del dolor y la sangre del ser humano, la crueldad y el asco, a través de las voces de sus personas más cercanas: en la primera parte, su desapegado marido narra el cambio de Yeonghye, el impacto de sus terribles pesadillas (narradas estas sí en primera persona, único momento en que pone su voz), que él, mezquino y egoísta, vive como una ofensa personal y una falta de consideración; en la segunda es el marido de su hermana, artista visual quien decide ignorar la enfermedad de Yeonghye y construir arte con ella sirviéndose de su cuerpo (en varios sentidos); en la tercera y última, su hermana mayor, con un inconmensurable sufrimiento, cuenta cómo la conciencia y la vida de Yeonghye se van apagando, aunque ésta crea estar cada vez más cerca de su objetivo de dejar de ser humana.
Un perturbador recorrido por el sufrimiento y el dolor provocados por la violencia del ser humano y el deseo de huir de su naturaleza. Una novela estremecedora y bellísima que no debes perderte.